Exhibición ofensiva, y desastre en defensa a su vez, la que protagonizaron tanto Washington Wizards como Houston Rockets en un partido que se acabaron llevando los de Texas por un histórico resultado de 158-159. Entre los dos equipos sumaron nada más y nada menos que 317 puntos, uno de los marcadores más altos de todos los tiempos para un encuentro que no necesitó de ninguna prórroga para resolverse.

Y entre todo este éxtasis anotador sólo podía destacar un jugador: James Harden. El escolta de los Rockets se fue hasta los 59 puntos con una serie de 18 de 32 en tiros de campo (incluyendo 6 de 14 triples) y 17 de 18 tiros libres. De hecho, ‘La Barba’ le dio el triunfo a su equipo con una canasta desde la línea de personal a falta de poco más de dos segundos para la conclusión del choque.

Se trata de la decimonovena vez que Harden alcanza los 50 tantos a lo largo de su carrera y ya son seis las temporadas consecutivas en las que ha llegado a esa cifra. Sólo Wilt Chamberlain, con 10 campañas seguidas, supera esa racha.

Además del recital de James Harden, en el bando de Houston también brilló Russell Westbrook, que sumó su segundo triple-doble en su nuevo equipo con 17 puntos, 10 rebotes y 12 asistencias mientras que el pívot suizo Clint Capela se fue hasta las dobles figuras con 21 tantos y 12 rechaces. Ambos contribuyeron a que los Rockets lograran su mejor anotación histórica y la cuarta mayor de la historia de un equipo visitante en un partido sin tiempos extra.

Por parte de los Wizards destacó Bradley Beal, autor de 46 puntos, seis rebotes y ocho asistencias. El escolta regaló un festival a su afición en la segunda mayor anotación de todos los tiempos para la franquicia de Washington. Entre el resto de jugadores destacaron el ‘rookie’ japonés Rui Hachimura, con 23 tantos, el ex del Baskonia Davis Bertans, con 21 y 6/9 triples, e Isaiah Thomas, que en su segundo partido con los Wizards logró un doble-doble de 17 puntos y 10 asistencias.