Los Golden State Warriors se presentaron ante los medios de comunicación con ilusiones renovadas después de un verano en el que han perdido a Kevin Durant. Una pérdida que ha hecho bajar enteros a los californianos en las apuestas, a pesar de haber disputado cinco finales de la NBA de manera consecutiva.
La baja de Durant hará que jugadores como Draymond Green o Stephen Curry tengan que dar un paso adelante. Algo que el base asume con naturalidad y no teme como demostró en sus declaraciones antes de comenzar la pretemporada con los Warriors.
El dos veces MVP de la NBA no quiere saber nada de palabras como cansancio o dosificación y está dispuesto a todo con tal de volver a llevar a los suyos lo más alto posible. «Quiero jugar 48 minutos por partido durante los 82 partidos de la temporada regular», aseguró el base que señaló que será Steve Kerr el que decida si descansa en alguno de los 3.936 minutos que componen la liga regular.
De momento el que parece que lo tiene más claro es el propio jugador y el mánager general de la franquicia Bob Meyers: «No hay planes para que descanse más de lo necesario salvo que ocurra algún imprevisto. No creo que él tenga otra cosa en la cabeza».
